Todo lo demás es fácil,
todo lo demás es simple,
apuntá,
dispará,
abrí la botella,
encendé el fósforo,
escuchá la lluvia.
Solíamos bailar así.
De repente, dejamos de buscarnos
en las esquinas,
empezamos a mirar el suelo,
hartos de hablar
del perro
atropellado.
jueves, 13 de octubre de 2011
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