Los mismos pájaros en las mismas ventanas,
la misma niña de quemaduras antiguas.
II.
La puerta en llamas (la piel de su infancia),
un sólo deseo cruje en su garganta,
sus huesos se abren de tanta mujer.
III.
El pie que traba la puerta,
grito que sostiene el techo,
esta casa que sigue existiendo
por un descuido.
IV.
Dando de comer a sus cómplices,
la neblina reparte el mar entre los ausentes.
California se hunde.
V.
Deja la burbuja suelta
para que sufra
su propia fragilidad
en su lucha contra el aire.

No hay comentarios:
Publicar un comentario