miércoles, 29 de junio de 2011

Muertes y formas geometricas

I.

Ella, rechazada por el hospital de blancos,
se dibujó triángulos de dolor en el vientre.
- Déjenme morir aquí, al lado de sus muertos.

Ahora, su memoria reposa en un frasco sucio,
donde en la doble sombra espera su doble muerte.


II.

Se sacó su rojo traje de carne
y lo colgó junto a sus otras cáscaras.
- Pero debí nacer rectangular
y filosa – decía – aunque a mamá
le tuvieran que coser los costados.
Así podría cavar un rincón
para mí en el fondo del crepúsculo.



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miércoles, 15 de junio de 2011

Avispero

I.

Abrir los ojos y sólo
encontrar las dos esferas
de carne: ciegas y densas.

Porvenires estupefactos
en sus cárceles de mimbre.


II.

Emigrar hacia el sur de tu mirada,
todavía tan dividida:
con uñas escupidas hacia el norte
con sombras vomitadas hacia el sur.

Declarar los propósitos de mi estadía:
Tengo en pecho una reliquia de cobre inútil,
pero que brilla, eso sí,
desde su coagulada redondez.


III.

Después de tantas vueltas en el aire
de tu caída acrobática hacia mí,
el pájaro que posa en tu cabeza
te queda grande y al techo, pues, le duele
como tu mente a mí, cruda belleza.


IV.

Debido al engaño meteorológico,
un brote de llanura en todo el país,
¡Y qué manera de fingir cenizas!
¡Qué procesión de soldados insólitos!

Boca arriba, crecen las tibias sombras,
mientras trágicos, los soles equívocos
se caen por los bordes del viento.


V.

Ensayabas tu martirio
y tus párpados tardíos
cerraban sobre ojos secos
tan hundidamente negros.

VI.

Mientras, lejos, en mi garganta
se anidaban avispas silenciosas.


VII.

Otro poema más:
otra cicatriz dibujada en la arena.


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miércoles, 1 de junio de 2011

Aves, parásitos y seres diminutos

I.

El borracho amanecía
vomitando centenares
de mujeres diminutas
cuyos cuerpos desbordaban

la vereda. Perecían,
pisoteadas por la gente
que pasaba sin mirar
el escándalo resbaladizo.

II.

Porque algún día entrarán los obreros
por la pared rompiéndola y sonriendo
te ofrecerán la compañía ajena
de sus hijos que comerán las moscas
que tanto y tanto te jodían de noche.


III.

Inhóspito país enano
el parasito redondo
hombre de lentes oscuros
el que siento que me mira.


IV.

Dejá, por favor, tu lengua asfixiada
debajo de la puerta que estoy muy ocupada.
Después me ocuparé de su cuerpo desplumado
y su sepultura: ese pozo que murmura
un discurso sobre las técnicas del olvido.

V.

Soy pájaro costurero de nubes
deformes. Quiero volarle el sombrero
azul al alba, antes de escuchar
lluvia caer sobre tu pecho desnudo.


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